Evangelio del domingo 1º de Adviento (Mc 13, 33-37)
Leer el evangelio en gallego en este enlace.
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Dinámica de Adviento elaborada por Fano e inspirada en esta época de pandemia que nos obliga a tener las ventanas abiertas.
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La fiesta de Cristo Rey cierra el año litúrgico. En ella se profesa que Cristo es el centro de toda la historia humana, el principio y el fin, el Alfa y el Omega. Jesús vino al mundo a anunciar el Reino de Dios, un reino que no es de este mundo pero que se empieza a vivir aquí en la tierra.
Esta fiesta fue instaurada por el papa Pio XI en el año 1925. El papa quería animar a los católicos a reconocer en público su fe, y que quien manda y gobierna en la Iglesia es Cristo.
En 1970 el papa Pablo VI dio a la fiesta su actual título completo: "Solemnidad de nuestro Señor Jesucristo Rey del Universo" y la trasladó al último domingo del año litúrgico.
En este enlace se puede leer la carta encíclica QUAS PRIMAS de Pio XI sobre la fiesta de Cristo Rey.
Evangelio del domingo XXXIV del tiempo ordinario.
CRISTO REY DO UNIVERSO.Cuando venga el Hijo del hombre en su gloria con todos sus ángeles, se sentará en su trono de gloria. Todas las naciones se reunirán delante de él, y él separará unos de otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos, y pondrá las ovejas a un lado y los cabritos al otro. Entonces el rey dirá a los de un lado: "Venid, benditos de mi Padre, tomad posesión del reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; era forastero, y me alojasteis; estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y fuisteis a verme". Entonces le responderán los justos: "Señor, ¿Cuándo te vimos hambriento y te alimentamos; sediento y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos forastero y te alojamos, o desnudo y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte? Y el rey les responderá: "Os aseguro que cuando lo hicisteis con uno de estos mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis".
Sucede también con el Reino de los cielos lo que con aquel hombre que, al ausentarse, llamó a sus criados y les encomendó su hacienda. A uno le dio cinco talentos, a otro dos y a otro uno, a cada uno según su capacidad; y se ausentó. El que había recibido cinco talentos fue a negociar en seguida con ellos, y ganó otros cinco. Asimismo, el que tenía dos ganó otros dos. Pero el que había recibido uno solo, fue, hizo un hoyo en la tierra y escondió el dinero de su señor. Después de mucho tiempo, volvió el amo y pidió cuentas a sus criados. Se acercó el que había recibido cinco talentos, llevando otros cinco, y dijo: "Señor, cinco talentos me entregaste; aquí tienes otros cinco que he ganado". Su amo le dijo: "Bien, criado bueno y fiel; como fuiste fiel en cosa de poco, te pondré al frente de mucho: entra en el gozo de tu señor". Llegó también el de los dos talentos y dijo: "Señor, dos talentos me entregaste, aquí tienes otros dos que he ganado". Su amo le dijo: "Bien, criado bueno y fiel; como fuiste fiel en cosa de poco, te pondré al frente de mucho: entra en el gozo de tu señor". Se acercó finalmente el que sólo había recibido un talento y dijo: "Señor, sé que eres hombre duro, que cosechas donde no sembraste y recoges donde no esparciste; tuve miedo y escondí tu talento en tierra; aquí tienes lo tuyo". Su amo le respondió: ¡Criado malvado y perezoso! ¿No sabías que yo cosecho donde no sembré y recojo donde no esparcí? Debías haber puesto mi dinero en el banco; y al volver yo, habría retirado mi dinero con los intereses. Así que quitadle a él el talento y dádselo al que tiene diez. Porque a todo el que tiene se le dará y tendrá de sobra; pero al que no tiene, aun aquello que tiene se le quitará. Y a ese criado inútil arrojadlo fuera a las tinieblas. Allí llorará y le rechinarán los dientes".