Hoy Google transforma su logo y nos sorprende con un doodle dedicado a la celebración del 450 aniversario de la catedral de San Basilio en Moscú.
Templo ortodoxo conocido mundialmente por sus cúpulas en forma de bulbo y su hermosa policromía, es una de las obras de arte más representativas de la arquitectura moscovita.
La catedral se construyó entre 1555 y 1561 por orden del zar Iván IV apodado el Terrible para conmemorar su victoria sobre los tártaros y la captura de Kazán y Astrakham. Bendecida el 1 de octubre, su nombre oficial era catedral del Manto de la Virgen.
El edificio original, concebido como iglesia de La Trinidad, contenía ocho iglesias laterales dispuestas alrededor del edificio central y consagrada cada una a un santo cuya fiesta correspondía al día en que las tropas del zar obtuvieron victorias.
En 1588 el zar Fiodor Ivanovich ordenó que se construyera una capilla sobre la tumba del santo local San Basilio donde venían a rezar todos aquellos que solicitaban la protección del difunto. Con el tiempo su fama y su santidad eclipsaron el recuerdo de Kazan y finalmente dio nombre a la catedral, conociéndose como la catedral de San Basilio el Bendito.
Mientras se construía la catedral vivía allí un "loco de Dios" llamado Vasili (Basilio). Tenía fama de santo y era muy respetado por el pueblo. Tenía el don de la clarividencia, se negaba a dormir bajo techo e iba desnudo y descalzo. Se decía que al único que tenía miedo Iván El Terrible era a este santo varón. A su muerte se enterró al lado de la catedral.
Mientras se acababa de construir la iglesia corría la voz sobre los milagros que ocurrían en torno a la tumba del loco Vasili. En 1588 se edificó una capilla anexa donde trasladaron los restos de Vasisli colocados en un cofre de plata.
La construcción tiene nueve cúpulas principales, cada una se distingue de las otras por una forma y colores propios. El edificio está construido en ladrillo rojo. En origen era blanco y sus cúpulas doradas, pero los trabajos de reconstrucción llevados a cabo en los siglos XVI y XVII han modificado su apariencia. En estos siglos era considerada el símbolo terreno de la "ciudad celestial" y era popularmente conocida como "Jerusalén".
La capilla central es cuadrada, coronada de forma octogonal que se estrecha hacia lo alto y coronada por una cúpula dorada. A su alrededor, en la dirección de los cuatro puntos cardinales, hay cuatro torres medianas de forma octogonal. Las cuatro torres pequeñas son cuadradas e intercaladas entre las torres medianas le dan al edificio una forma de estrella de ocho puntas.
Varias veces estuvo a punto de ser destruida.
Napoleón quiso trasladar el templo a París. Las tropas napoleónicas, aficionadas al sacrilegio de espacios sagrados, lo usaron como establo. Al abandonar Moscú, viendo que no podían tansportarla, los franceses decidieron volarlo. Pero una inesperada lluvia torrencial apagó la mecha de los explosivos y se evitó la destrucción.
En 1918, el deán es fusilado, los bienes confiscados, las campanas fundidas y la iglesia es cerrada. Pero el edificio se mantuvo a pesar de algún intento de destruirlo.
En 1928, es secularizada y convertida en Museo Histórico del Estado. Los oficios religiosos no se retoman hasta 1990 tras 70 años de comunismo.
SIMBOLOGÍA
Sus ocho cúpulas forman en el plano dos cuadrados superpuestos, recordando una estrella de ocho puntas. El ocho es el número que simboliza "el octavo día", el día de la Resurrección de Cristo y el Reino de los Cielos que llegará tras la segunda venida de Cristo, después de que termine la historia terrenal.
El cuadrado representa la firmeza y constancia de la fe y simboliza el cosmos. Sus cuatro lados iguales representan cuatro partes del mundo, cuatro vientos del universo, cuatro puntas de la cruz, cuatro evangelios canónicos, cuatro evangelistas, cuatro muros equiláteros de la Jerusalén celestial.
Los cuadrados superpuestos significa la proclamación de los evangelios a los cuatro vientos, es decir, a todo el mundo.
La estrella de ocho puntas nos recuerda también la estrella de Belén que indicó a los Magos el camino hacia el Niño Dios, y simboliza a toda la Iglesia cristiana como una estrella guía en la vida humana hacia la Jerusalén Celestial.
La estrella de ocho puntas además es el símbolo de la Madre de Dios, Reina de los Cielos. En la iconografía ortodoxa la Virgen está representada cubierta por un maforio (manto que cubre la cabeza y los hombros) con tres estrellas de ocho puntas, en los hombros y en la frente, como recuerdo de su virginidad antes, durante y después de dar a luz a Cristo.